jueves, 19 de mayo de 2011

Para ti, que hoy gritas: !Basta¡



¿Que harás cuando Mc Murphy entregue
a la enfermera nazi las llaves del barco?
Te llevarás recuerdos de noches insomnes,
pero llenas de sueños, y el orgullo
de haber llenado su plaza de ilusiones
nuevas, de no haberte defraudado
pues por unos días, fuiste valiente, fuiste
realidad, amor, lealtad, verdad, compromiso
¿Y cuando todo termine? Acaso triste
te contentarás pensando: ! Lo he vivido ¡
Hoy las plazas de España anuncian ruptura,
!Que no te tiemble la mano con el fuego ¡
Si han de arder las naves, si has de renunciar
a Penélope, a Ítaca, al hogar...! Ulíses seas ¡

A todos vosotros. Superad la Ilustración si queréis Revolución.

El poder económico creo la crisis. Fue una operación de economía financiera muy bien pergeñada. Objetivo: desmontar el Estado del Bienestar.
Atacar la economía real propiciando una crisis hipotecaria despojaría de capacidad económica a las familias, pequeños productores, comerciantes, profesionales independientes... Una vez logrado esto, por la vía de la "ortodoxia económica" se recortarían prestaciones sociales y sueldos de funcionarios.
El Estado del Bienestar es una conquista de la comunidad que los partidos políticos y los sindicatos, o bien, no han querido o no han sabido defender.
Hace mucho tiempo que partidos y sindicatos, con sus enormes maquinarias,dependen de los poderes financieros y así ocurre, a su vez, con el Estado del Bienestar.
Esto ha sido así por que hemos aceptado dos falacias del pensamiento ilustrado: la psicología económica innata (Adam Smith) y la psicología social innata (Rousseau). David Ricardo, Locke, Montesquieu suministrarán todo el andamiaje necesario para edificar esa abstracción que es el Estado moderno.
La ética del amor se sustituye por la ética del beneficio. Es lícito el éxito, y es deseable, por que el Estado moderno garantiza el juego limpio.
Falso. Y por eso surge el Estado del Bienestar. En un momento histórico en que los monstruos producidos por el racionalismo han propiciado las mayores atrocidades que ha conocido la historia.
Pero los poderes financieros, fuera del mundo creado por ellos, son un monstruo con pies de barro. Si el dinero no es mercancía y tan sólo lo usamos como valor de cambio, están jodidos.
Su única fuerza reside precisamente en esa otra falacia ilustrada. El valor del dinero como mercancía: el tipo de interés.
Si guardas tu dinero en casa. Si no domicilias ni ingresos ni pagos. Si no usas tus tarjetas. Si el dinero es solo tasa de intercambio, no tienen nada que hacer.
Esto no se hace de golpe. Es poco a poco. El cambio empieza por uno mismo. Cuanta más personas vayan dejando de usar el dinero como mercancía, paulatinamente lo se, más cerca estaremos de que la comunidad recupere el poder efectivo.