miércoles, 19 de agosto de 2009
Woodstock revisited
¿Que ha sido de la NACIÓN WOODSTOCK? En estos días no he parado de leer artículos claramente confundidos, aprovechando la efeméride para volver con renuencia al tema del 68 francés. Que no, coño, que eso fue el año pasado. Además, no veo mucha relación entre ambos movimientos sociales,incluso diría, son antitéticos si no fuera porque no me convence la daléctica como forma de pensar.
Los jóvenes franceses odiaban el rock como expresión del imperialismo yankee. Los jóvenes franceses hablaban de sociedad, clases y estructuras sociales. Los jóvenes franceses pensaban como ilustrados, eran racionalistas, ateos y freudomarxistas. La materia determinaba la conciencia. En suma, el 68 francés quisó ser una nueva Revolución francesa y no lo fue. Coincido con los articulistas que he leído en que de aquello sólo queda hoy la nostalgia de unos pocos.
Ahora bien, en el corto tránsito que va desde el surgimiento local del movimiento hipster en San Francisco hasta la implantación global de la nación Woodstock, la humanidad vivió el meneo intelectual más grande que se había dado desde la implantación definitiva de la Ilustración con las guerras napoleónicas.
¿Que te hubieran dicho en 1.962 si le cuentas a alguien que tu abuela hace Tai-chi o que tienes un centro de yoga debajo de tu casa? ¿Quien se hubiera atrevido a pronosticar en 1.963, en plena era del tecno optimismo, que Jesucristo, Buda y hasta los sufíes volverían a estar de moda? Eran cosas absolutamente impensables que hoy son totalmente normales.
La nación Woodstock, primera nación verdaderamente transnacional, propone el fin del pensamiento ilustrado haciendo hincapíe en el individuo (el personal enpowerment), la conciencia y las formas de conocimiento ajenas a la razón. Y ha triunfado. Incluso en el campo del derecho, no en España pero sí en el mundo (aquí somos muy carcas), las lógicas unitarias del positivismo racionalista han sido sustituidas por lógicas fragmentarias y difusas que ya operan hasta en nuestros electrodomésticos.
Hoy puede hablarse de una conciencia universal y el rock se ha convertido en el primer lenguaje cósmico que ha conocido la historia. El cyberespacio, otra de las creaciones de la nación Woodstock, es hoy la última frontera y un lugar común a todos y, por el momento, libre.
Por eso, os propongo que en este aniversario y hasta finales de este año, subaís a esta entrada cuantos comentarios y reflexiones se os ocurran sobre el tema, al objeto de publicar posteriormente, como colectivo, un artículo en la revista digital de la Asociación Iberoamericana de Antropólogos (de la que soy miembro). El texto no se modificará, ni estructurará ni nada por el estilo. No se seguirá metodología alguna. Sera libre, como cualquiera será libre de firmar como le apetezca, escribir en una lengua viva, muerta o por nacer, subir fotos, música u otro tipo de archivos. Este Congreso cybernetico sobre Woodstock no tiene bases ni reglamento alguno. De hecho, y desde ya, todo el mundo esta invitado.
El texto se irá autogenerando y autoestructurando. Podrán aparecer perspectivas ( o no) y estas podrán, a su vez, agotarse o continuar vivas cuando cerremos el doc.
Para escapar de conceptos como tesis y antitesis, pros y contras, etc tan alienantes, voy a usar (yo, personalmente, cada cual que lo haga como quiera), los conceptos uper y downer (abreviados upr y dwnr) entre corchetes cuando alguna idea tenga una reflexión conexa que deba ponerse en relación. Con ello no quiero decir que algo uper me gusta o algo downer me baja, sino simple y llanamente que algo potencia la idea, y puede ser exagerado y por ende contraproducente, o que, por el contrario es una aspecto que la baja y la situa en su dimensión real, lo cual puede ser conveniente. Estos conceptos los he tomado de...bueno ya sabeís de dónde.
SEÑORES Y SEÑORAS, CON USTEDES, WOODSTOCK REVISITED
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